viernes, 26 de julio de 2013

UNIDAD VII

LOS NUEVOS TEMAS DE LA SOCIOLOGÍA CONTEMPORÁNEA.

El ámbito de la sociología es elaborar teorías y metodologías para explicar, predecir y actuar sobre fenómenos de la realidad social. Su finalidad es elaborar y ejecutar investigaciones, planes, programas y acciones referidas a la realidad social, diseñar métodos, técnicas e instrumentos para obtener información acerca de la realidad social en los ámbitos públicos y privados. La sociología plantea temas de gran importancia como: relación individuo-sociedad con transformación y características del mundo actual, grandes teorías que implican el capitalismo. La sociología puede estudiar problemas específicos de diferentes áreas del quehacer humano.
La humanidad experimentó una transición demográfica, concluida para las sociedades más avanzadas y aún en curso para la mayor parte de los países subdesarrollados y los países recientemente industrializados, que ha llevado su crecimiento más allá de los límites que le imponía históricamente la naturaleza, consiguiendo la generalización del consumo de todo tipo de productos, servicios y recursos naturales que han elevado para una gran parte de los seres humanos su nivel de vida de una forma antes insospechada, pero que han agudizado las desigualdades sociales y espaciales dejando para el futuro graves incertidumbres medioambientales. Otro de los rasgos centrales de la mentalidad actual es el planteo del humor y lo cómico. En el ámbito de lo cotidiano, no se presenta como sarcástico sino más bien en una dimensión lúdica, relacionada con la seducción y la proximidad de los individuos. El terrorismo ha sido practicado por muchas razones y con diferentes niveles de éxito desde el principio de la historia. La intriga, los planes y la brutalidad del terrorismo parte de la producción de la historia. Igualmente como la sociedad ha progresado durante la historia, también ha progresado el terrorismo. El terrorismo se ha convertido en sofisticado y en muchos casos según la posición que se tenga, ha ganado legitimidad.
Los acontecimientos de esta época se han visto marcados por transformaciones aceleradas en la economía, la sociedad y la tecnología que han merecido el nombre de Revolución Industrial, al tiempo que se destruía la sociedad preindustrial y se construía una sociedad de clases presidida por una burguesía que contempló el declive de sus antagonistas tradicionales: los privilegiados y el nacimiento y desarrollo de uno nuevo: el movimiento obrero, en nombre del cual se plantearon distintas alternativas al capitalismo. La ciencia y la cultura entran en un periodo de extraordinario desarrollo y fecundidad; mientras que el arte y la literatura, liberados por el romanticismo de las sujecciones académicas y abiertas a un público y un mercado cada vez más amplios; se han visto sometidos al impacto de los nuevos medios de comunicación de masas, escritos y audiovisuales, lo que les provocó una verdadera crisis de identidad que comienza con el impresionismo y las vanguardias.

LA SOCIEDAD DEL RIEGO.

La sociedad del riesgo o sociología del riesgo es la síntesis sociológica de un momento histórico del período moderno, en el cual éste pierde sus componentes centrales, provocando una serie de debates, reformulaciones y nuevas estrategias de dominación. Se trataría de una sociedad posindustrial, en el sentido en que las matrices básicas de la Modernidad y su misma correlación de fuerzas han cambiado sustancialmente.
La sociedad del riesgo: una teoría de la nueva modernidad.
El primer teórico que habló de este cambio fue Beck, quien en su libro, La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad (1986) expuso una serie de cambios que no estaban siendo advertidos por las ciencias sociales y que afectaban notablemente a las nuevas generaciones. Beck tomó un hito simbólico que usó para explayarse a otra serie de transformaciones. Se trataba del desastre de Chernóbil, el cual habría mostrado simbólicamente el límite de la modernidad. Posteriormente se anotaría otra fecha: la caída del muro de Berlín.
La sociedad del riesgo frente a la sociedad tradicional.

Sociedad con riesgo

Trabajo flexible y capital liberado.
Pauperización de la condición de vida de las clases subordinadas.
Complejización de la lucha de clases (anulación, en algunas regiones) y pérdida de conquistas sociales por parte las clases subordinadas.
Llegada de discursos feministas, ecologistas y autonomistas que conviven con el paradigma clásico.
Pensamiento único, desinformación deliberada y deseducación progresiva de la población. Crisis de las instituciones sociales modernas. Quiebra de la cosmovisión de la modernidad. Aceptación del riesgo en el pacto social. Convivencia con la crisis ecológica, política y social. Dominación completa del capital en la sociedad, que afecta la educación, instituciones científicas, discursos, derechos, etc.

Sociedad moderna

Trabajo mediado entre el mundo privado y el Estado. Nivelamiento de las condiciones de vida de las clases subordinadas.
Acceso al poder progresivo de éstas y delimitación de las diferencias interclasistas. Discurso uniforme centrado en la racionalidad y el progreso continuo.
Pensamiento de dos bandas (comunismo y liberalismo) que promueven, desde distintas lógicas, un mayor acceso a la información. Esta dualidad produce relativa parcialidad informativa.
Aceptación de las instituciones sociales básicas en la población, sin distinción de clase y grupo político, racial o cultural. No existe el riesgo; el Estado se encarga de asegurar trabajo, educación y salud a la vez que exige al mundo privado marcos normativos en el contrato, variables según la región.
Dominación parcial del capital; su control hegemónico se ve impedido por el rol del Estado y los logros del proletariado organizado desde fines del siglo XIX.

LA TERCERA VÍA: ANTHONY GIDDENS

Se refiere a su tratamiento de la Globalización, en donde no habría considerado los factores operantes a nivel de la producción, particularmente el peso de las corporaciones transnacionales, lo que tendría efectos sobre su propuesta política.
En los últimos tramos de su ya extensa obra, Anthony Giddens parece haber decidido plantear, algo raro en un sociólogo en estos días, una propuesta política de alcances globales en donde sobresale su preocupación previa por la modernidad y el desarrollo de la individualidad, pero sumada ahora a un anclaje de posiciones en torno a la democracia, la familia, el riesgo y la globalización.
Todos estos temas también los abordó en un extenso periplo de conferencias: en Londres, en Europa continental, en Nueva Delhi, y en América.
Esos temas constituyen también capítulos señalados de ese novel panfleto político del laborismo según Tony Blair, que por su título-más que por su contenido vino a transformarse en el slogan tanto de conservadores como de socialistas arrepentidos: “La Tercera Vía”. Gran parte de este verdadero manifiesto, recoge y discute propuestas corrientes en los años recientes en el seno del movimiento socialdemócrata europeo, en diversas formas de cohabitación con corrientes neoliberales.

Según el sociólogo A. Giddens, actualmente hay tres grandes cambios que están transformando nuestro mundo:

El primero es el impacto de la globalización, acerca de lo cual puede hablarse de la dimensión económica y la financiera. En general, la primera es sólo la continuación de tendencias que llevan mucho tiempo como lo es la regionalización del comercio, pero la dimensión financiera presenta características totalmente nuevas a causa de la revolución de las comunicaciones y la extensión de la tecnología informática.

Es así que la globalización aparece ligada, por un lado, a esta transformación histórica del capitalismo donde predomina una forma específica de capital: el financiero, caracterizado por la velocidad y la imparcialidad de los flujos; y por otro, a la crisis del modelo reformista encarnado tanto por las políticas socialdemócratas como por el Estado Benefactor.
El segundo gran cambio es la emergencia de la economía sin peso global o desmaterializado. Es un dato interesante que el volumen total de bienes físicos comercializados en el mundo de hoy no ha aumentado, aunque sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con lo que ha dado en llamarse actualmente el valor de la economía global.
El tercer gran cambio es la influencia decreciente de la tradición, las costumbres y los hábitos en nuestras vidas. Este fenómeno es explicado como el dilema del individualismo, sobre lo cual se arguye que un componente esencial de la socialdemocracia clásica fue la solidaridad social y el colectivismo. Según Giddens, a partir de los años sesenta este componente se ha venido abajo, pues las sociedades se han vuelto más pluralistas culturalmente, dando como resultado una proliferación de diversos estilos de vida.

LA VÍA DE EDGAR MORÍN

Edgar Morín traza las diferentes vías reformadoras que se podrían adoptar para conducirnos a una metamorfosis de la sociedad tan asombrosa como la que engendraron la sociedad que pasó de cazadora a recolectora. La nave espacial  que es la Tierra sigue a toda velocidad su carrera en un proceso compuesto de tres elementos: globalización, occidentalización y desarrollo. Ahora todo es interdependiente, aunque, al propio tiempo,  todo está  separado. La unificación tecnológica y económica del planeta va acompañada de conflictos étnicos, religiosos y políticos; convulsiones económicas, deterioro de la biosfera y de la crisis de las civilizaciones tradicionales, pero también de la modernidad. Una multitud de crisis que a su vez forman parte de la gran crisis de la humanidad, impidiéndole convertirse en una verdadera humanidad. ¿A dónde nos conduce la vía que estamos siguiendo?  ¿Hacia un progreso sin fin? Ya no podemos seguir creyendo en él. La muerte del pulpo totalitario ha despertado al de los fanatismos religiosos y  estimulado al del capitalismo financiero, y todos ellos aprisionan cada vez más al mundo con sus tentáculos. Así, la disminución de la pobreza no sólo se produce con un crecimiento del bienestar material, sino también a costa de un enorme aumento de la miseria. ¿Estamos abocados a una sucesión de catástrofes en cadena? Este es un destino probable si no conseguimos cambiar de vía. Edgar Morín prepara el terreno de una «Vía» practicable que podría trazarse mediante la conjunción de múltiples vías reformadoras y conducirnos a una metamorfosis tan asombrosa como que la que engendraron  las sociedades históricas a partir las sociedades arcaicas de cazadores-recolectores.


  

La sociedad red y la visión de lo global


La crisis sistémica de la civilización.